Tema Central: ORDENAMIENTO Y DESARROLLO TERRITORIAL
¿Qué relaciones hay entre Ordenamiento Territorial, Desarrollo Territorial y Plan de Ordenamiento Territorial?
Ordenamiento Territorial es el término genérico que se usa en todas partes del mundo para referirse al uso del espacio que las poblaciones, comunidades y naciones usan para poder existir, trabajar, producir y transmitir conocimientos.
Hay una relación muy general entre espacio y pueblo, que se estudia formalmente en disciplinas como la ecología humana o la geografía humana y cultural.
Entonces, el ordenamiento territorial, en términos generales, estudia esas múltiples relaciones entre espacio y vida, y el uso del espacio.
Por su parte, el desarrollo territorial viene a ser una aplicación mucho más reducida y contemporánea que se relaciona con políticas que tienen que ver con entidades territoriales oficiales, tales como departamentos y municipios, en los que el desarrollo tiene aspectos económicos específicos, principalmente. Es desarrollo económico y social, pero en el que prima lo económico con modelos en mi opinión artificiales, porque son imitados de condiciones extranjeras o de otros contextos.
Por último, los Planes de Ordenamiento Territorial constituyen la deformación más obvia y deficiente del Ordenamiento Territorial, porque lo reducen al fenómeno urbano y uso de la tierra con fines de multiplicación de recursos o de negocios privados, urbanización y trazo de vías que no necesariamente reflejan el interés público y que se reducen a municipios, lo cual es un grave error ya que los problemas de Ordenamiento Territorial no se circunscriben a los municipios, sino más bien a las provincias y a las regiones.
¿Cuáles considera usted que deben ser los fundamentos y los principales lineamientos de una ley de Ordenamiento Territorial. En su concepto, ¿por qué aún no ha sido expedida?
Bueno, eso está sujeto a la filosofía del espacio que haya adoptado el gobierno respectivo. En el caso colombiano, y en todos los casos, tiene que ver con metas geopolíticas que expresan deseos colectivos de transformación institucional.
En Colombia, la Constitución del 91 fue clara en el sentido de ordenar que el país se regionalizara, es decir, que superara los problemas de manejo, de administración y de visión política de los departamentos. Fue un error haber reducido en el artículo 306 de la Constitución la definición de departamento a los existentes con sus actuales límites, porque estos límites son en todos los casos defectuosos, no reflejan la realidad.
Entonces, la Ley debería reflejar esas grandes necesidades de ajuste en la distribución de los espacios con revisión de límites y otras concepciones geopolíticas, de tal manera que aparezca un mapa oficial más ligado a la realidad y que, por lo tanto, facilite el buen gobierno y corrija los defectos de desequilibrio regional que hoy existen.
Debe ser, pues, una ley amplia y profunda en sus efectos, incluyendo los efectos electorales de circunscripción electoral.
Por este último aspecto se han frustrado los proyectos sucesivos que se han presentado al Congreso, ya que los padres de la Patria no comprenden con suficiente amplitud la necesidad de revisar los espacios de su influencia política.
Las primeras leyes, en la época de la Comisión de Ordenamiento Territorial, se acercaron bastante a esta visión geopolítica pero, por una u otra causa, a veces accidental, no lograron culminar su proceso legislativo. En cambio, las que siguieron fueron mucho más parciales y sectoriales y, por lo tanto, no merecían el título de orgánica. Hay 16 de tales leyes, llamadas orgánicas, que en verdad son sectoriales y que no lograron tampoco ser aprobadas en el Congreso.
Como lo sugerí anteriormente, esta situación se debe a una miopía política de parte de los congresistas que, bien o mal, entienden que al variar los límites de las circunscripciones departamentales y municipales que son defectuosas se afectarían las votaciones y las bases de su poder político. Entonces, lo ven como una amenaza, un riesgo que no quieren correr.
¿Cree usted que los avances tecnológicos como la georreferenciación, facilitarán la conformación de regiones y superar la departamentalización del país?
Bueno, hasta el momento sí, esa es una alternativa, pero que - en mi opinión - no se ha desarrollado suficientemente por parte del Instituto Geográfico, porque no ha tenido en cuenta los valores culturales y étnicos del país.
Los sistemas de información geográfica son absolutamente indispensables por la seguridad que ofrecen las bases cartográficas y para fines docentes. Entonces, una delimitación reducida solo a factores geográficos, como es la tendencia, no es suficiente para producir mapas vivos o de la realidad viva de los pueblos que habitan esos espacios.
Por ejemplo, hay 55 culturas indígenas. Cada cultura indígena en mi opinión - es una nación cultural y, por tanto, debería ser reconocida en los mapas oficiales. Y son importantes porque casi las dos terceras partes del territorio nacional están en manos de estas etnias.
Aunque las estadísticas muestren un 70% urbano en Colombia, es muy relativa la palabra urbana y, aun en las ciudades, se sabe de la existencia de comunidades que mantienen su cultura rural y los inmigrantes de las ciudades de primera y segunda generación, mantienen sus valores vivos, las raíces del campo.
El sistema de información geográfica es muy útil, pero en mi opinión, debería ampliarse con los factores étnicos y culturales. |