¿Por qué Galileo Galilei?
Editorial

Realismo estadístico
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Generación de Conocimiento como Estrategia para el Desarrollo Territorial: entre la Incertidumbre y el Determinismo
Javier Alberto Gutiérrez López

La capacidad de soporte del territorio, un instrumento para definir las condiciones de habitabilidad de la ciudad en el plan de ordenamiento territorial del municipio de Medellín
Sergio Fajardo Valderrama

Creación y Destrucción del Empleo en la Industria Colombiana
Jan Ter Wengel

Desarrollo y ordenamiento territorial para construir un país más equitativo y con regiones competitivas
Oswaldo Aharon Porras Vallejo

La Descentralización en Colombia: Un Reto Permanente
Sandra Patricia Devia Ruiz

La construcción de la territorialidad para los grupos étnicos en Colombia
Fabio Alberto Ruiz García

Estrategia de producción de cartografía digital para el Censo General 2005.
Avances en la consolidación de la Plataforma de Información Básica de Colombia

Lilia Patricia Arias D.

Las Caras de la Moneda
Entrevistas a Alberto Mendoza y Orlando Fals Borda

Ciencia, Tecnología y Desarrollo
Eduardo Posada Flórez

Calidad y estadística
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Descripción de los Procesos de Calidad de Datos en el Repositorio de Información Básica. (Primera Parte)
Nicolás Dib David

El Sistema de Gestión de la Calidad SGC en el DANE
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Género, un nuevo reto en las Estadísticas Nacionales
Judith Sarmiento Santander

El Derecho en la Sociedad de la Información
Néstor A. Méndez Pérez

Prensa - Libros
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Cine, Tecnología y Sociedad
Yolima Andrea Díaz

Sudoku
Separata

Eduardo Posada Flórez
Fisico y Doctor en Física, Universidad de Lausana,
Suiza .Presidente Asociación Colombiana para el
Avance de la Ciencia
presidencia@acac.org.coo

Resumen

El presente artículo resulta de una conferencia dictada por el autor en las instalaciones del DANE en julio pasado. Después de un breve recuento del desarrollo científico a lo largo de la historia reciente y del impacto que ha tenido en la construcción de la sociedad moderna, se analizan algunos de los indicadores principales para medir el esfuerzo que un país hace en apoyo a la ciencia y la tecnología, analizando los casos de países industrializados y de naciones de América Latina. Posteriormente, se enfatizan algunas de las acciones de política que debería ejecutar Colombia para poder afrontar con éxito los procesos de liberalización de la economía mundial.

Abstract

This article summarizes a lecture presented by the author last July at a meeting organized by DANE. After a brief account of scientific development during recent history and of its impact on the construction of modern society the article analyzes some of the main indicators related to science and technology, comparing the cases of industrialized countries and Latin America. Finally it emphasizes the political actions that Colombia should undertake in order to be able to face successfully the globalization of the world economy.

Gracias a los avances de la astrofísica en las últimas décadas del siglo XX hoy se acepta ampliamente el modelo del Big Bang, basado en la idea de que el universo nació hace alrededor de 13700 millones de años en una gran explosión y que, debido a fluctuaciones en la distribución inicial de materia durante el proceso que se produjo posteriormente se formaron estrellas y galaxias. Se estima que nuestro sol apareció hace unos 5000 millones de años, y el sistema solar, y en particular la tierra, surgió hace 4500 millones. Los vestigios más antiguos de vida en el planeta datan de unos 4000 millones de años, en forma de organismos unicelulares quienes, a lo largo de 3000 millones de años de evolución, dieron lugar a seres más complejos como las plantas y los animales superiores.

Durante un período de casi doscientos millones de años los dinosaurios dominaron el planeta hasta su desaparición brutal hace unos 60 millones de años, lo cual permitió que los mamíferos entraran a jugar un papel cada vez más importante en la naturaleza. Los vestigios de los primeros homínidos datan de unos 3 millones de años y han sido hallados fundamentalmente en África, continente en el cual se originó muy probablemente el hombre moderno hace 150000 años, según algunos y 60000 años, según otros. A partir de ahí, nuestros ancestros, cazadores y recolectores, colonizaron el planeta ocupando progresivamente los continentes hasta llegar por último a América hace unos 18000 años según los más recientes hallazgos. Al culminar la última edad de hielo hace, 11000 años, surgió en diferentes lugares del planeta la agricultura, lo cual tuvo como consecuencia la sedentarización progresiva de las poblaciones humanas y el surgimiento de las primeras concentraciones urbanas hace unos 7000 años, en Asia, esencialmente en Mesopotamia, y el Norte de África.

Desde su aparición sobre la tierra, el Homo Sapiens, movido por la curiosidad, ha intentado comprender su entorno, ha acumulado conocimiento sobre él y construido modelos para explicar lo que observaba.

En los 2500 años de historia reciente de la humanidad, se debe destacar el período helénico durante el cual se hicieron importantes aportes al conocimiento universal. De esa época datan las bases de la geometría, la medicina moderna, los fundamentos de la astronomía y la filosofía. El período romano posterior se caracterizó por avances notables en ingeniería, especialmente en obras civiles, gracias a inventos como el cemento, los acueductos o las vías que recorrían el Imperio. Durante la Edad Media no fueron muchos los aportes notables al conocimiento científico, aunque la introducción de la brújula o la pólvora tuvieron repercusiones más adelante en la navegación y la actividad militar. Son dignos de mención en esa época los aportes de Roger Bacon en el siglo XIII, ilustre precursor de las mentes brillantes que caracterizaron el Renacimiento en el siglo XVI. Copérnico, Kepler, Galileo, Francis Bacon y más tarde Newton, fueron los padres de la revolución profunda asociada con la eliminación del modelo geocéntrico y la introducción del método experimental, base de la ciencia moderna. A partir del siglo XVII se ha iniciado una extraordinaria generación de conocimiento, que tuvo como una de sus principales etapas el nacimiento de la mecánica cuántica en las primeras décadas del siglo XX, gracias a la cual se lograron la comprensión de la estructura de la materia y los extraordinarios avances tecnológios de la segunda mitad del siglo veinte.

El siglo XXI estará caracterizado por el desarrollo de las llamadas nuevas tecnologías, cuya característica principal es su relación estrecha con la ciencia básica. No cabe duda de que campos como la nanotecnología; los nuevos materiales; la biotecnología; la informática; las nuevas fuentes de energía o la industria espacial van a tener un impacto cada vez mayor en la economía mundial. El conocimiento, base fundamental de esas tecnologías, se convertirá en un factor esencial de desarrollo y en el más importante elemento estratégico.

Las perspectivas que se abren a la humanidad son vertiginosas: por primera vez una especie tiene la posibilidad de incidir directa y conscientemente sobre su evolución, gracias a las posibilidades que abren la ingeniería genética y la conexión directa de sistemas biológicos a equipos electrónicos. El análisis de esas perspectivas requiere un apoyo fundamental de las ciencias sociales y de la ética que nos permiten entender la sociedad que está gestándose y orientar el avance de las ciencias naturales y la tecnología para evitar las desviaciones que en el pasado han conducido a aberraciones como la bomba atómica.

Para un país como Colombia es indispensable establecer los mecanismos para integrarse a un mundo globalizado como el actual, sin sacrificar sus grandes riquezas culturales, climáticas o biológicas. Es por eso tan importante que desarrollemos una capacidad propia para generar conocimiento, que nos permita construir modelos propios de desarrollo, acordes con las características particulares de nuestra nación.

La creación de esa capacidad debe ser una prioridad absoluta para el gobierno si queremos que Colombia tenga cabida en el mundo del futuro. Los países que lo han entendido en los últimos años y han puesto en práctica políticas agresivas de apoyo a la ciencia y la tecnología, han logrado crecimientos económicos espectaculares en muy poco tiempo. Ejemplo de ello son los llamados Tigres Asiáticos pero, más recientemente, Irlanda, China, India y, en nuestro continente, Costa Rica o Brasil.

Uno de los indicadores más utilizados para caracterizar el esfuerzo que un país o región hacen en investigación y desarrollo es el porcentaje de su producto interno bruto que dedica a esas actividades.

La figura 1 muestra la evolución de ese indicador para diferentes regiones a lo largo de la década pasada. Es fácil ver que los países industrializados, encabezados por los escandinavos y Estados Unidos, invierten entre el 2,5% y el 3% de su PIB, con una marcada tendencia por aumentar ese valor, mientras que América Latina no sobrepasa en promedio el 0.5%. Podemos mencionar también que países de reciente industrialización como Corea, Singapur o Taiwán, se acercan también al 3%.

Figura 1. Evolución de la inversión en I+D como % del PIB en diferentes regiones. Fuente RICYT

Es igualmente interesante destacar que la inversión mundial total en I+D se ha incrementado en cerca de un 40%, en un período de diez años, como lo muestra la Figura 2.

Figura 2. Inversión mundial en I+D, como % de millones de dólares corrientes (1993=100). Fuente RICYT

La Figura 3 muestra la evolución de la inversión anual en América Latina en el mismo período de tiempo. Es fácil ver que, al contrario de lo que ha ocurrido a nivel mundial, la inversión en nuestra región no ha tenido prácticamente ningún incremento notable en esos años. Por el contrario, se observa una disminución apreciable al final de la década pasada.

Figura 3. América Latina y el Caribe Inversión en Ciencia y tecnología (ACT) Millones de US$. Fuente RICYT

La Figura 4 muestra cómo se distribuye porcentualmente la inversión en I+D en las diferentes regiones y cómo ha evolucionado esa distribución en el período considerado. Es fácil ver que, a pesar de tener alrededor del 8% de la población mundial, América Latina no contribuye sino con el 1.6% de la inversión total en I+D.

Fig. 4 Distribución porcentual de la inversión en I+D en diferentes regiones y evolución entre 1993 y 2002. Fuente RICYT

En el caso de Colombia, la inversión en I+D tuvo un momento importante durante los años 96 y 97, cuando Colciencias estaba ejecutando el crédito BID III y el presupuesto de esa entidad alcanzó cerca de 60 millones de dólares. Gracias a ese incremento de la inversión, el país logró crear varios centros de investigación y desarrollo; consolidar los grupos de investigación en las universidades y formar un número importante de investigadores a nivel de doctorado. Sin embargo, a partir del año 98, los recursos disponibles para el área disminuyeron apreciablemente y no se ha detectado ninguna tendencia a mejorar como lo muestra la figura 5, basada en datos del observatorio colombiano de ciencia y tecnología.

Figura 5. Porcentaje del PIB en I+D en Colombia según estimativo del Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología.

Un aspecto importante cuando se analiza ese tipo de inversión es qué porcentaje proviene del sector público y cuál del sector privado. Como lo muestra el cuadro 1, en los países avanzados la parte que le corresponde a este último supera el 60%, mientras que en Latinoamérica no pasa en el mejor de los casos del 40% y, para el Colombia, se estima en un 20%.

 

Cuadro 1. Participación del Sector Privado en la Inversión en I+D. Fuente RICYT

Otro indicador importante en ese tipo de análisis es el número de solicitudes de patentes que se registran anualmente en un país. A ese respecto es bueno establecer la diferencia entre la totalidad de solicitudes y las que provienen de residentes en el país. La primera de esas cifras incluye las patentes registradas por empresas extranjeras que quieren proteger sus derechos en el país. Por otra parte, el número de patentes otorgadas efectivamente es siempre muy inferior al de las solicitudes. El cuadro 2 presenta algunas cifras para países latinoamericanos. Como se puede ver en el cuadro 2, los países de la región tienen una producción muy baja en el contexto mundial y Colombia, nuevamente está por debajo de los países vecinos.

Cuadro 2. Solicitudes de patente de residentes en 2003 Fuente RICYT

Esos datos se pueden normalizar refiriéndolos a la población del país a través del coeficiente de invención que, para diferentes regiones aparece en la figura 6. Una vez más el indicador para América Latina está muy por debajo del de otras regiones. Se debe destacar la muy alta producción de los Estados Unidos y de los países nórdicos.

Figura 6. Coeficiente de Invención. Fuente RICYT

En 1994, la Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo, convocada por el Presidente Gaviria para formular una carta de navegación para el siglo XXI propuso, en el tema específico de ciencia y tecnología, aumentar la inversión en ese campo hasta el 1% del PIB para 1998 y al 2% para el 2004, apoyar la formación de investigadores hasta llegar a, por lo menos, el uno por mil de la población y establecer estímulos para lograr que la inversión del sector privado alcance el 40% del total. Como podemos ver, con base en los indicadores anteriores esa meta está hoy muy lejos de haberse logrado.

No todo es, negativo dentro de ese contexto. No se puede negar que, gracias especialmente a la mayor inversión que se dio hacia la mitad de la década pasada, la capacidad nacional de producción de conocimiento se ha incrementado, como lo muestra el número elevado de grupos de investigación registrados en Colciencias. Igualmente, la producción científica nacional se ha multiplicado casi por ocho como lo podemos ver en la figura 7.

Figura 7. Número de artículos científicos publicadas en el país revistas indexadas. Fuente RICYT

Ese crecimiento, es el más alto registrado en Latinoamérica, como lo muestra la figura 8, otros países de la región han mostrado un crecimiento apreciable, lo cual hace que Colombia todavía ocupe el sexto lugar dentro de ese contexto, a pesar de ser el tercero en población.

Figura 8. Comparación de la evolución de los artículos científicos en revistas del SCI para varios países latinoamericanos. Fuente RICYT

Gracias a la evolución positiva registrada en los últimos años, el país cuenta hoy la capacidad para crear industrias de tecnología avanzada, con el apoyo de los grupos de investigación de las universidades y centros de investigación.

Dentro de ese marco, podemos mencionar logros que han tenido alguna resonancia nacional e internacional y, a menudo, también aplicaciones industriales.

• Desarrollo de Biopolímeros (IBUN, Universidad Nacional)

• Sistema de análisis dinámico de estructuras (Centro Internacional deFísica)

• Desarrollo de Biopesticidas (CIB, Medellín)

• La ejecución del censo de población 2005 (DANE)

• Montaje y ampliaciones de la Fábrica de Café Liofilizado Chinchiná, Caldas

• Sistema de beneficio del café con bajo consumo de agua (Cenicafé, Chinchiná, Caldas)

Esos logros, que en buena parte se deben al incremento de la financiación ya mencionado, pueden verse seriamente comprometidos si no se hacen claros esfuerzos para recuperar los niveles de inversión que se dieron en la década pasada. Es urgente consolidar el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología y el Sistema Nacional de Innovación y garantizar su supervivencia. Con tal fin se requiere que el país establezca una política de mediano y largo plazo que debe, entre otros, incluir los siguientes temas:

• Fortalecer institucionalmente el sector, reformando a Colciencias y, por qué no, crear un Ministerio de ciencia y tecnología como lo han hecho con éxito otros países latinoamericanos

• Incrementar la inversión en ciencia y tecnología hasta por lo menos el 1.5% del PIB para el 2015.

• Fomentar la formación de Doctorado, tanto en el país como en el exterior, para lograr que, para el 2015, el número de investigadores activos represente por lo menos el dos por mil de la población

• Crear estímulos para promover la inversión del sector privado en I&D con la meta de que llegue al 50% del total.

• Promover la creación de nuevas empresas de base tecnológica a través de mecanismos financieros audaces.

• Orientar las políticas educativas hacia la cultura de la innovación, desde la educación básica hasta la universitaria.

Muchas de las anteriores propuestas se han venido discutiendo en el marco del denominado foro Maloka, en el cual participan numerosas entidades del sector y deberían culminar con la presentación de un proyecto de ley al Congreso de la República.

Es evidente que las políticas gubernamentales deben contar con un claro compromiso de los sectores académico y empresarial del país. En particular, este último debe asumir tareas fundamentales entre las cuales podemos mencionar:

• Inducir un proceso de reconversión industrial, fomentando la modernización de las empresas existentes y la creación de nuevas empresas con mayor contenido de conocimiento.

• Creer en la capacidad nacional de producir conocimiento.

A menudo el sector industrial piensa que es más económico comprar la tecnología que generar capacidad autóctona para adaptarla y producirla. Este razonamiento de corto plazo no conduce sino a crear mayor dependencia con respecto al exterior y a reducir el margen de maniobra y la competitividad de las empresas. Saber comprar tecnología requiere tener en el país que compra expertos del mismo nivel que los que la crearon originalmente, lo cual no se logra sino creando una capacidad propia de I+D que garantice contar con personas críticas e informadas acerca de los últimos avances tecnológicos.

En síntesis, como lo dijo la Misión de Ciencia Educación y Desarrollo hace diez años, Colombia se encuentra nuevamente al filo de la oportunidad. Espero que esta vez tengamos la lucidez de aprovecharla.

Bibliografía

Referencias:

Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología Iberoamericana e Interamericana - RICYT disponible en www.ricyt.edu.ar

Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología - OCYT

Colombia: al filo de la oportunidad (1994) Informe conjunto Misión Ciencia, Educación y Desarrollo.