Isaac Newton, nacido en enero de 1643, en Woolsthorpe, una aldea a 150 kilómetros de Londres, fue un científico en toda la dimensión de la palabra: astrónomo, matemático y físico, filósofo e, incluso, alquimista.
A lo largo de su vida realizó trabajos y descubrimientos importantes, entre los que se encuentran: las bases de la mecánica clásica a través de las, hoy ya bien conocidas, leyes de Newton; los trabajos sobre la naturaleza de la luz y la óptica; el desarrollo de una ley de conducción térmica; sus estudios sobre la velocidad del sonido en el aire; y su propuesta de una teoría sobre el origen de las estrellas.
Los años 1665 y 1666 son considerados como su “época más fecunda de invención”, en la cual sentó las bases de tres de sus más grandes descubrimientos: el binomio de Newton y los elementos del cálculo diferencial e integral; la Teoría de la Gravitación y la naturaleza de la luz y la óptica.
Newton empleó el cálculo integral y diferencial para proponer sus leyes físicas, gracias a las cuales formularía, posteriormente, la ley de la gravitación universal. En el campo matemático también llevó a cabo un método propio denominado cálculo de fluxiones.
De sus experimentos con la luz a través de los cuales descubrió, en primera instancia, que la luz blanca era compuesta y no pura, como se pensaba en ese entonces, resultó un nuevo tipo de telescopio, distinto al de Galileo Galilei, que en vez de usar lentes, utilizaba un espejo para recoger y concentrar la luz. Éste, conocido como telescopio newtoniano o de reflexión, es el utilizado hoy en día en los observatorios astronómicos, (a pesar de ser desmentida, años después de su muerte, su teoría acerca de que los lentes agregaban colores falsos a las imágenes), ya que resulta más complicado y costoso construir un lente grande, que un espejo grande.
Newton fue una persona reservada y tímida. Sus hallazgos, producto de sus experimentos, fueron publicados tardíamente, de manera parcial y gracias a la insistencia de sus amigos. Muchos estudios pasaron inadvertidos durante años. Su resistencia a publicar sus descubrimientos se debía, probablemente, al temor a la controversia, a las críticas de sus adversarios y al robo de sus ideas.
Sus obras publicadas más importantes son Philosophiae Naturalis Principia Mathematica, comúnmente conocida como “Los Principia”, cuyos tres libros exponen los fundamentos matemáticos de la física y la astronomía del universo, escritos en el lenguaje de la Geometría pura, y la Optica (1704), en la que explica sus teorías sobre la luz.
En 1669 se transforma en titular de cátedra de matemáticas lucasiana sucediendo al matemático y teólogo Isaac Barrow, de quien fuera discípulo en los inicios de su estadía en Cambridge y cuya influencia fue determinante en la formulación que Newton hiciera del cálculo.
Siendo profesor de Cambridge, en 1687 Isaac Newton defendió los derechos de la Universidad enfrentándose a los abusos del Rey Jacobo II, acción que lo llevo, en 1689, a ser elegido miembro del Parlamento.
En 1696 fue nombrado Director de la Casa de la Moneda, razón por la cual se retira de la Universidad, luego de 27 años de ejercer como profesor.
En 1703 fue elegido presidente de la Royal Society de Londres y, en 1705, la Reina Ana retribuyó sus servicios prestados a Inglaterra, nombrándolo Caballero.
Durante los últimos treinta años de su vida, abandonó prácticamente sus investigaciones y se consagró progresivamente a los estudios religiosos.
Newton murió el 20 de marzo de 1727 después de una larga enfermedad. Fue enterrado en la abadía de Westminster junto a los grandes hombres de Inglaterra.
Por considerarse a Newton como uno de los más grandes científicos de la historia y por ser uno de los protagonistas principales de la llamada «Revolución científica», ib Revista de la Información Básica lo ha escogido como la portada de su cuarto Número.
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