Introducción.
Colombia es un país pluriétnico y multilingüe3 en
el que se diferencian de la sociedad mayoritaria
cuatro grupos étnicos reconocidos: la población
indígena, la población raizal del archipiélago
de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, la
población negra o afrocolombiana —de la que
hacen parte los palenqueros de San Basilio del
municipio de Mahates en el departamento de
Bolívar— y la población Rom o gitana. El proceso
de reconocimiento de esos grupos poblacionales
se inició en la década del setenta del siglo
pasado, cuando las organizaciones indígenas con
el apoyo de diversos sectores de la sociedad iniciaron
un proceso de reafirmación y conciencia
de su identidad que dio como fruto que la multiculturalidad
del país fuera reconocida en la Constitución
Nacional de 19914. En 1993 se expidió la
Ley 605 en la que se establece que los resguardos
indígenas —territorios legalmente constituidos
donde viven ancestralmente los pueblos indígenas—
dispondrán de una parte de los ingresos
corrientes de la nación a través de transferencias
realizadas de acuerdo con la población indígena
residente habitual6 de cada resguardo y que en
el Censo se autorreconocieron como indígenas,
certificada anualmente por el Departamento
Nacional de Estadística (DANE). En ese mismo
año —como consecuencia de las luchas sociales
de la población negra, iniciadas en la década del
ochenta—, se expidió la Ley 70 de 1993 o ley
de negritudes que reglamenta la demarcación y
titulación de los territorios colectivos de comunidades
negras habitados tradicionalmente por la
población negra del país7. Del proceso político y
reivindicatorio de esa época provienen las expresiones
“afrocolombiano(a)” y “afrodescendiente”
para denominar a la población negra.
Después de promulgada la Constitución de 1991,
los derechos fundamentales de los grupos étnicos
se han afianzado y ha surgido una nueva relación
con el Estado colombiano a partir de la aceptación
de la diversidad cultural. “El gran agregado
de la Constitución de 1991 fue la concreción y
expresión normativa de la necesidad de fomentar
en toda la sociedad relaciones de mutualidad
e interculturalidad, en vez de las de dominación
de la sociedad hegemónica hacia las minorías
étnicas” (Bodnar, 2005:9). El reciente reconocimiento
del pueblo Rom o gitano como grupo
étnico colombiano, mediante la resolución núm. 022 del 2 de septiembre de 1999, expedida por la
Dirección General de Etnias del Ministerio el Interior
y de Justicia, así lo manifiesta8.
El reconocimiento de la diversidad étnica proclamado
en la Constitución del 91 hace surgir
un nuevo tipo de relación entre el Estado y su
población frente a la diversidad étnica, pasando
de relaciones de tipo vertical a relaciones horizontales
con grupos de población considerados
como minoritarios, lo que genera en las distintas
entidades de gobierno la necesidad de asumir
un enfoque diferencial que valore y reconozca
la diversidad.
Reconocer la diversidad cultural no es solamente
un acto de proclamación; implica, ante todo,
adecuar la normatividad y los procedimientos de
las instituciones estatales, para que la visibilización
de los grupos étnicos sea una realidad y
para que sus reivindicaciones y sus necesidades
de participación puedan ser atendidas. El DANE
tiene ya un camino recorrido y las experiencias
de captación de la pertenencia étnica —en
los Censos y en las demás investigaciones que
realiza la entidad— son la base para el mejoramiento
de la identificación étnica en el próximo
Censo de la ronda de 2010.
Este artículo presenta un breve recorrido desde
los criterios metodológicos que se han tenido
en los Censos de población para determinar la
pertenencia étnica en Colombia, hasta un panorama
sobre los principales indicadores demográficos
de los grupos étnicos, incluyendo su distribución
porcentual y por área, sus estructuras
poblacionales por sexo y edad comparadas, los
principales indicadores demográficos asociados
a esas estructuras, la fecundidad, las recomendaciones
y prácticas para realizar el próximo
Censo de la ronda 2010. Lo anterior con el fin
de hacer posible el reconocimiento de las condiciones
demográficas y sociales de la población
étnica en el país, para que sirva de fundamento
en la construcción de un enfoque diferencial que
sitúe a los grupos étnicos en las agendas de las
diferentes entidades.
1. Criterios de identificación de los
grupos étnicos en los Censos de
población en colombia
En Colombia la identificación de la población
étnica se ha fundamentado sobre varios criterios
metodológicos, que han incidido sobre su visibilización. Criterios que han tenido su fundamento
principal en la raza, en el lugar de ubicación de
la persona censada, en la lengua y en la identidad.
En efecto, de 1905 a 1928 el criterio de
identificación en Colombia estaba fundamentado
sobre la raza, es decir sobre los rasgos físicos
que percibía el empadronador. De 1928 a 1973
el criterio de identificación se basaba sobre la
lengua y la ubicación de la persona censada, en
áreas previamente establecidas. En el periodo
1985-2005 el criterio de base para la identificación
étnica es el autorreconocimiento, como
rasgo de pertenencia y de identidad, referido
al sentido de pertenencia que expresa un individuo
frente al colectivo porque se comparten
prácticas socioculturales habituales. En el Censo
2005, a petición de la población afrocolombiana,
se incluyó el autorreconocimiento por sus rasgos
físicos con el fin de visibilizar a una parte de esta
población que no se reconoce culturalmente, de
tal modo que la pregunta para captar la pertenencia
étnica fue la siguiente:
“¿De acuerdo con su cultura, pueblo o rasgos
físicos… es o se reconoce como:
1. Indígena? ¿A cuál pueblo pertenece?
___________________
2. Rom?
3. Raizal del Archipiélago de San Andrés?
4. Palenquero(a) de San Basilio?
5. Negro(a), mulato(a), afrocolombiano(a) o
afrodescendiente?
6. Ninguno de los anteriores?”
2. Generalidades y aspectos demográficos
de los grupos étnicos
2.1. Los grupos étnicos y el Censo general
2005
El Censo general 2005 contó a un total de
41.468.384 personas residentes en el territorio
colombiano, de las cuales 5.709.238 personas se
reconocieron pertenecientes a un grupo étnico
(indígenas, rom o afrocolombiano), 34.898.170
personas, el 85,94% del total de la población
nacional, no se reconocieron pertenecientes a ninguno
de los grupos étnicos, y 860.976 personas, el
2,08% del total nacional, no informaron sobre su
pertenencia étnica9. La distribución de la población
colombiana según pertenencia étnica, se
observa en el cuadro 1 y en el grafico 1.
2.2. Distribución de la población por área
La población étnica colombiana ha migrado principalmente
de las áreas rurales a las cabeceras
por razones familiares, por la búsqueda de
mejores condiciones de vida, por necesidades
de educación y por amenazas contra la vida. La
población indígena residente en las cabeceras
municipales era el 7% en el Censo 93 y pasó a
ser el 21% para el año 2005, fundamentalmente
por las causas anteriormente descritas, además
de la mayor cobertura del Censo de 2005, y también
porque para este Censo más personas se
reconocieron como indígenas y afrocolombianas bajo el criterio del autorreconocimiento. La
población afrocolombiana es mayoritariamente
urbana, un 73% reside en las cabeceras municipales;
lo mismo sucede con las demás poblaciones,
pero especialmente con la población Rom
(94 de cada 100 personas reside en las cabeceras
municipales), hecho que está ligado a su tradición
de nómadas que peregrinaban de ciudad en ciudad
y que se asentaron en kumpanias (grupos de
Rom que viven en una ciudad). Gráfico 2.
2.2.1. Estructuras de la población por edad
y sexo. Las diferencias entre la población con
autorreconocimiento étnico y la no étnica, así
como entre los grupos étnicos, también se manifiestan
en sus estructuras poblacionales, lo cual
refleja de cierta forma diferenciales importantes
que deben ser tenidos en cuenta en la formulación
de políticas públicas.
El análisis de las estructuras de población permite
clasificarlas en poblaciones jóvenes, poblaciones
en transición y poblaciones viejas; para
cada una de estas tipologías se establecen criterios
porcentuales de población en los tres grandes
grupos de edad. Bajo esta línea teórica, se
considera una población en transición aquella
que está disminuyendo sus indicadores de fecundidad
y mortalidad y concentra, por encima del
60%, su población en el grupo de edad de 15 a
64 años, además de mantener en un porcentaje
mayor del 30% a su población menor de 15 años
y menor del 6% la población de 65 y más años10.
De acuerdo con la información que se presenta
en la tabla 1, se puede concluir que la población
nacional colombiana se encuentra en proceso de
transición: la población entre 15 y 64 años es el
63%, el 30,7% es población menor de 15 años y la
población nacional de 65 años y más corresponde
al 6,3%. Esta estructura es similar a la de la población
afrocolombiana, aunque existen algunas diferencias:
el porcentaje de población afrocolombiana
menor de 15 años, 33,4%, es un poco mayor que
el de la población nacional, lo cual puede estar asociado
a una mayor fecundidad de esta población; la
población en edad de trabajar (15-64 años) es el
61,3% y la población de 65 años y más es el 5, 3%.
En oposición a la población nacional y a la población
afrocolombiana, la población indígena es
una población joven que concentra el 39,5% de
su población en el grupo de 0-14 años de edad;
mientras que el grupo intermedio, 15 a 64 años,
tiene una participación del 55,2% de su población.
Lo que evidencia una mayor fecundidad y
mortalidad respecto a los demás grupos étnicos.
Los mayores diferenciales en la estructura de
población se presentan en la población Rom que
es la que posee el menor porcentaje de población
de 0-14 años (24,7%) y el mayor porcentaje de
personas en edades de 15-64 años (69,7%).
El gráfico 3 presenta la estructura de la población
por sexo y grupos de edad para toda la
población del país, comparada con la de los indígenas,
la población afrocolombiana y la población
Rom, 2005, donde podemos observar que:
• La base ampliada de la pirámide de los indígenas
significa que su estructura poblacional
se corresponde con la de una población joven,
que aún refleja niveles altos de fecundidad;
el 40% de la población indígena es menor de
15 años. El grupo de edad que presenta una
mayor concentración de población es el de 0 a
4 años con el 14,5% de la población, seguido
por el grupo de 5 a 9 años con el 13,5%, los
cuales, si se comparan con las otras estructuras
poblacionales, corresponden a los mayores
porcentajes en estos grupos de edad,
señalando que es la población que presenta
la más alta fecundidad y por ende un rezago
transicional respecto a la población nacional,
al tener una población joven con alto grado de
vulnerabilidad y dependencia económica.
• La estructura de la población afrocolombiana
presenta una pirámide más parecida a la total
nacional. Aunque su base es ancha, no es
tan amplia como la de la población indígena.
Esto se puede ver reflejado al observar que la
población afrocolombiana menor de 15 años
es de 34%. Al analizar los grupos de edad de
menores de 15 años se observa que tienen
porcentajes de población muy similares que
van del 11,2% al 11,4%. Esto puede significar
que la mortalidad infantil en esta población es
menor a la observada en los indígenas.
• Al comparar las estructuras de la población
Rom con la de la población nacional se evidencia
un mayor porcentaje de hombres entre los
20 y 70 años, un mayor porcentaje de mujeres
entre los 30 y 50 años, y una disminución
porcentual tanto de la población masculina
como la femenina en las edades comprendidas
entre 0 y 20 años, que eventualmente pueden
ser atribuidas a la conjunción de distintos factores:
omisión diferencial por grupos de edad
determinada por aspectos culturales, debido
a que no declaran la totalidad de los hijos;
el reducido tamaño de la población, en donde
cualquier movimiento fuera de su comunidad
(Kumpanias) afecta la estructura poblacional;
y la fecundidad de la población Rom es relativamente
más baja que la nacional.
Al comparar las estructuras de población indígena
por áreas (cabecera-resto), el gráfico 4,
evidencia que la del área resto conserva el patrón
de una población joven, caracterizada por altas
tasas de fecundidad y mortalidad, mientras que
la población en cabecera presenta menores porcentajes
en los grupos de edad de 0 a 20 años,
para ambos sexos, y un aumento de la población
en los rangos de 30 y más. Lo que la estructura
de la cabecera refleja es la existencia de una
migración diferencial por edad y sexo en la cual
migran en mayor medida las personas adultas
jóvenes en edad de trabajar y preferentemente
de sexo femenino. Sin embargo, no podemos
descartar el efecto que trae consigo la asimilación
de ciertos patrones demográficos prevalentes
en las zonas urbanas no indígenas, lo cual
está generando cambios culturales importantes
en esta población.
La población afrocolombiana residente en el área
resto presenta una estructura progresiva11 con
una base ampliada y mayor población en los
grupos comprendidos entre 0 y 14 años respecto
de la población en cabecera; en los demás
grupos de edad se presenta un crecimiento
porcentual moderado en la población afrocolombiana
de la cabecera12. Los factores explicativos,
aunque no del mismo orden de magnitud,
son similares a los presentados para la
población indígena.
2.2.2. Principales indicadores de estructura.
el cuadro 2 presenta comparativamente
los principales indicadores demográficos asociados
a las estructuras de la población indígena,
Rom, afrocolombiana, sin pertenencia étnica y la
población nacional.
El índice de masculinidad (IM) para la población
nacional es de 96, lo que significa que en el
país, por cada 100 mujeres de población, hay 96
hombres. En la población indígena por cada 100
mujeres hay 102 hombres indígenas y por cada
100 afrocolombianas mujeres hay 99 afrocolombianos
hombres. En la población Rom por cada
100 mujeres de población hay 110 hombres.
Esto refleja una sobremortalidad femenina para
la población indígena, posiblemente asociada
a mayor deterioro de la mujer al tener mayor
número de embarazos que la población afrocolombiana
y sin pertenencia étnica.
La relación niños mujer (RNM) indica el número
de niños menores de 5 años que hay por cada
100 mujeres en edad fértil. Este indicador refleja
lo expuesto en el análisis de las pirámides: la
fecundidad más alta de los grupos analizados es
la de la población indígena (62 niños menores
de 5 años por cada 100 mujeres en edad fértil),
una fecundidad intermedia de la población afrocolombiana
(42 niños por cada 100 mujeres), y
una fecundidad muy baja de la población Rom
(30 niños por cada 100 mujeres).
La relación de dependencia demográfica (RD)
corresponde a la población considerada como
dependiente (menores de 15 años y mayores de
65) y la que se define como económicamente productiva
o “potencialmente activa” (15 a 64 años).
Señala cuántas personas en edades “dependientes”
hay por cada 100 personas en “edad de trabajar”.
Lo que, a su vez, muestra lo descrito en
el análisis de la estructura: a menor grado de
amplitud de la base asociada a la menor fecundidad,
la relación de dependencia siempre va a
ser menor.
La relación de dependencia juvenil (RDJ) indica
el número de personas menores de 15 años que
hay por cada 100 personas entre 15 y 64 años.
Este indicador pierde relevancia en contextos
culturales diferentes al común de la población en
donde el trabajo de los menores de edad está
normatizado por la ley; no así en las poblaciones
indígenas en donde los niños ingresan a la fuerza
de trabajo desde muy temprana edad.
2.2.3. La fecundidad en los grupos étnicos.
Con el fin de conocer el estado actual de la
fecundidad en Colombia, el Censo general 2005
formuló las siguientes preguntas para todas las
mujeres de 12 años o más:
• ¿Ha tenido... algún HIJO O HIJA que haya
NACIDO VIVO(A)? (Las alternativas de respuesta
incluyen el sexo de los hijos).
• ¿En qué AÑO Y MES TUVO... su ÚLTIMO hijo(a)
nacido(a) vivo(a)?
Estas preguntas cruzadas con la edad de las
personas y con la pregunta sobre la pertenencia
étnica permiten contar con información destinada
a calcular para la población femenina
indígena las dos medidas más utilizadas para la
medición de la fecundidad: las Tasas Específicas
de Fecundidad por edad, que miden la estructura
de la fecundidad en un momento dado; y
la Tasa Global de Fecundidad (TGF), que es la
medida del nivel de la fecundidad.
Ante la inexistencia de estadísticas vitales que
permitan identificar a los grupos étnicos, es necesario
acudir a metodologías indirectas que permitan
obtener aproximaciones sobre sus niveles y
estructura de la fecundidad.
La información de los Censos sobre fecundidad
se ve afectada frecuentemente por la tendencia
que tienen las mujeres de olvidar declarar
como hijos nacidos vivos aquellos que mueren
recién nacidos, los que padecen enfermedades
congénitas o los que desde temprana edad no
viven con ellas. Así mismo, la información sobre
los hijos tenidos en el último año (últimos 12
meses), o fecundidad reciente, se ve distorsionada
por lo que consideran las mujeres qué es el
último año.
Para subsanar estos inconvenientes en la estimación
de la fecundidad se utilizaron dos métodos
indirectos de corrección; primero, el método
de El Badry, que permite realizar una corrección
al denominador o número de mujeres por
grupo de edad, para el cálculo de la paridez,
y posteriormente se aplicó el método de Brass
para ajustar la fecundidad por grupos de edad,
mediante la información sobre paridez P(x), y la
relación P(x)/F(x), siendo F(X) la fecundidad del
momento, acumulada hasta el límite del intervalo
de edad.
Para determinar las tasas específicas y globales
de fecundidad se utiliza la metodología diseñada
por Brass13 mencionada anteriormente14.
Lo primero que muestra el gráfico 5 es la falta
de regularidad y comparabilidad de la fecundidad
específica de la población Rom con los restantes
grupos. Esto es ocasionado por el tamaño reducido
de la población que limita la utilización del
método indirecto empleado.
El patrón de la fecundidad por edad es similar en
la población indígena, afrocolombiana y nacional:
cúspide temprana y desCenso regular a partir de
los 24 años, destacándose la cúspide de la fecundidad
de la población indígena al ser más pronunciada
que la de los otros grupos poblacionales.
Las mujeres indígenas presentan una mayor
fecundidad en todos los grupos de edad, mientras
que la menor corresponde a la fecundidad de las
mujeres de la población nacional, aunque en el
último grupo de edad todas tienden a igualarse.
La Tasa Global de Fecundidad (TGF) es el número
promedio de niños nacidos vivos que habría
tenido una mujer o cohorte (hipotética) de mujeres
durante su vida reproductiva, si sus años de
reproducción hubiesen transcurrido conforme a
las tasas específicas de un determinado año y no
hubiesen estado expuestas a riesgos de mortalidad
hasta el final de su período fértil. La TGF es
3,85 para las mujeres indígenas, mayor que las
mujeres de la población nacional que es 2,44;
la de las mujeres afrocolombianas (2,76) y la de
las mujeres Rom (2,77); de acuerdo con Chackiel
y Schkolnick (1996)15 las TGF evidencian que
la población de los grupos étnicos ya entró en un
proceso avanzado de transición de su fecundidad,
con tasas globales de fecundidad inferiores
a 4,5. Sin embargo, los diferenciales entre indígenas
y los otros grupos evidencian rezagos que
requieren ser evaluados.
La tasa de fecundidad general es el número de
nacimientos de hijos vivos por cada mil mujeres
en edad fértil (15 a 49 años) en un año determinado.
Según la información censal, en 2005, por
cada 1.000 mujeres del país en edad fértil hubo
75 nacimientos, por cada 1.000 mujeres indígenas
en edad fértil hubo 124 nacimientos, 89
nacimientos por cada 1.000 mujeres afrocolombianas
y 84 nacimientos por cada 1.000 mujeres
Rom (cuadro 3).
Los diferenciales en la fecundidad generalmente
se explican por factores cercanos (exposición
al coito, uso de métodos anticonceptivos) y
variables intermedias (educación, participación
en la fuerza de trabajo, etc.); no obstante,
a pesar de la importancia de estos factores,
el análisis para los grupos étnicos debe considerar
el componente cultural que puede ser
el de mayor incidencia en el comportamiento
reproductivo de la población y que amerita una
investigación especial.
3. Conclusionesa
El Censo general de 2005 ha visibilizado los grupos
étnicos en Colombia. La información censal
ha permitido detectar las brechas demográficas
existentes entre la población mayoritaria y los
grupos étnicos y, al mismo tiempo, observar la
asimilación de nuevos patrones demográficos
que adquieren las poblaciones al migrar del área
resto a las cabeceras municipales, los cuales
deben ser tenidos en cuenta para la planeación
y toma de decisiones. Por ejemplo, la población
afrocolombiana de las cabeceras presenta similitudes
en sus comportamientos demográficos
frente a la población sin pertenencia, mientras
que la población indígena y Rom presenta mayores
diferenciales en esos aspectos.
Con la información censal es posible realizar un
enfoque diferencial étnico en la construcción,
seguimiento y evaluación de políticas públicas
y en la formulación de los planes de vida
y los planes de desarrollo de la población indígena,
afrocolombiana y Rom; en esto radica la
importancia de la construcción concertada con
los grupos étnicos del módulo de pertenencia
étnica del cuestionario censal y la participación
activa de las comunidades en los procesos de
sensibilización y ejecución del próximo Censo
para obtener información de calidad y así continuar
el proceso de visibilización estadística de
estas poblaciones.
Bibliografía
Bodnar, Y. (2005). Apuntes sobre la diversidad
cultural y la información sociodemográfica disponible
sobre los pueblos indígenas de Colombia.
En: Notas de Población, Año XXXI, núm. 79,
Naciones Unidas, CEPAL, Santiago de Chile.
Centro Centroamericano de Población. (2003).
Population Reference Bureau. Guía Rápida de
Población. Ed. 4ª. Curso de Demografía (1998).
Departamento Administrativo Nacional de Estadística
(DANE) (2007a). Colombia: una nación
multicultural. Su diversidad étnica. Recuperado
de www.dane.gov.co/Censo/.
— (2007b). Cartilla de conceptos básicos e indicadores
demográficos.
Haupt, A. y Kane, T. (2003). Guía Rápida de
Población, del Population Reference Bureau 4ª
Edición. Washington, DC.
Ruiz, F. (2008). La Medición de la Pertenencia
Étnica en los últimos Censos de Población: Principales
Resultados y su Pertinencia en las Políticas
Públicas. Ponencia presentada en el Encuentro
Internacional “Dinámicas Poblacionales y Políticas
Públicas”, Bogotá, Colombia.
Ruiz, M. y Bodnar, Y. (1993). El carácter multiétnico
de Colombia y sus implicaciones censales,
Bogotá, D.C.:DANE.
1Economista, equipo de grupos étnicos de la Dirección de Censos y Demografía del DANE. amzhernandezr@dane.gov.co
2Antropólogo, equipo de grupos étnicos de la Dirección de Censos y Demografía del DANE. dapinillaa@dane.gov.co
3En Colombia se hablan 63 lenguas amerindias y una diversidad de dialectos que se agrupan en 13 familias lingüísticas. (Arango y Sánchez, 2004). La población raizal
del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina tiene una lengua créole, basada en el idioma inglés, los Palenqueros de San Basilio tienen una lengua
créole pero de base española y la población Rom habla el Romaní.
4La constitución colombiana es el resultado de la Asamblea Nacional Constituyente, en la que tuvieron asiento representantes de las organizaciones indígenas, tiene
cerca de 30 artículos referidos a los grupos étnicos y a sus diversas y particulares culturas entre los que se destacan: “El Estado colombiano reconoce y protege
la diversidad étnica y cultural de la Nación Colombiana” (Art. 7). “[...]las lenguas y dialectos de los grupos étnicos [...] son también oficiales en sus territorios. La
enseñanza que se imparte en las comunidades con tradiciones lingüísticas propias, será bilingüe” (Art. 10).[...] “Las tierras de resguardo [...] son inalienables,
imprescriptibles e inembargables” (Art. 63). “[...]tendrán derecho a una formación que respete y desarrolle su identidad cultural [...]” (Art. 68). “Son entidades
territoriales los departamentos, los distritos, los municipios y los territorios indígenas” (Art. 286).
5Esta ley fue derogada por la Ley 715 de 2001, la cual dice en el Artículo 82 que “serán beneficiarios del Sistema General de Participaciones los resguardos indígenas
legalmente constituidos y reportados por el Ministerio del Interior al Departamento Nacional de Estadística, DANE, y al Departamento Nacional de Planeación en el
año inmediatamente anterior a la vigencia para la cual se programan los recursos”, y en el artículo 103 “Censo válido. Para efectos de esta Ley, se tendrá en cuenta la
información certificada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE, con base en el último censo realizado”.
6Es la persona que vive permanentemente o la mayor parte del tiempo en una vivienda, aunque en el momento de la entrevista se encuentre ausente. (Cartilla de
conceptos básicos e indicadores demográficos 2007:15).
7Esta ley trata de los siguientes temas: normas para la protección del medio ambiente, derecho a la propiedad colectiva de la tierra, uso y protección de los territorios
titulados, conformación de los Consejos colectivos y conciliación y resolución de conflictos. Los territorios están ubicados en las tierras del corredor del Pacífico
colombiano que va desde los límites de Colombia con Panamá hasta los límites con el Ecuador.
8La resolución dice en sus apartes: “[...]Se reconoce que el pueblo Rom de Colombia habita el país ininterrumpidamente desde antes del establecimiento de la
República y que por consiguiente es un grupo étnico que ha realizado aportes importantes al proceso de conformación de la nacionalidad colombiana[...]. “Que es un
deber constitucional del Estado proteger la diversidad étnica y cultural de la Nación colombiana, de la cual el pueblo Rom hace parte integral[...]”. “[...]Que para atender
las demandas y reivindicaciones propias del pueblo Rom de Colombia, las distintas entidades públicas deben hacer las adecuaciones institucionales que se requieran a
fin de incorporar la existencia de este grupo étnico”.
9 En Colombia las personas se pueden identificar como pertenecientes a uno de los grupos étnicos reconocidos legalmente (indígenas, Rom o gitanos, raizales del
Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, palenqueros de San Basilio y afrocolombianos). El criterio empleado en el Censo general 2005 para captar
la pertenencia étnica de las personas es el autorreconocimiento por sus costumbres o tradiciones o por sus rasgos físicos.
10Para algunos ejemplos de estas tipificaciones se puede ver: “http://ccp.ucr.ac.cr/~icamacho/demografia_03/. Centro Centroamericano de Población. Curso de
Demografía.1998. Págs. 24-29” o “Population Reference Bureau. Guía Rápida de Población. 2003. Ed. 4ª.”
11Las pirámides poblacionales de acuerdo con su forma pueden ser progresivas, es decir de base ancha y cúspide pequeña, que evidencian tasas altas de fecundidad y
mortalidad; regresivas, de base más estrecha en el centro y cúspide relativamente más alta, que evidencia una población con tasas de natalidad y mortalidad reducidas,
y pirámides desequilibradas, cuando hay una desproporción entre sexo y edades, atribuible a la migración y mortalidad.
12No se hace el análisis por área de la población Rom dado que es mayoritariamente urbana (94%)
13 El fundamento de este método consiste en ajustar el nivel de las tasas observadas de fecundidad por edades, que se supone representan el verdadero patrón de la
fecundidad, de acuerdo con el nivel de fecundidad indicado por la paridez media de mujeres en grupos de edad por debajo de los 30 ó 35 años, nivel que se supone
es preciso.
14Para un mayor detalle de la metodología utilizada ver el documento Colombia. Estimación de la fecundidad 1985-2005, DANE.
15Citado por Bodnar, 2005. |