¿Por qué Charles Darwin?

Ajuste al nivel anual y ajuste estacional
en el Sistema Canadiense de Cuentas
Nacionales

Gylliane Gervais – Erika Young

Comprensión de los efectos introducidos por cambios en los instrumentos de
medición de la Encuesta Continua de
Hogares: un abordaje desde los diseños
experimentales

Ángela Luna Hernández

La estadística estratégica del sector
agropecuario en Colombia: un nuevo
modelo de oferta

Javier Alberto Gutiérrez López

Trayectorias empresariales:
destrucción creativa, economías de
escala, exportaciones y empleo

Jan Ter Wengel

Ajuste estacional de la tasa de
desempleo para las trece principales
áreas y ciudades colombianas en el
periodo 2000 - 2006

Francisco José Pérez Torres

Prensa – Libros
Jorge Eduardo Estrada Villegas

Separata

Jorge Eduardo Estrada Villegas 1

Tres aniversarios científicos de 2009 y un turi sta espacial

Los dos libros que se presentan en esta reseña tratan temas científicos de los cuales tenemos aniversarios importantes en el año 2009. Inicialmente pensé que ésta era una coincidencia simpática que se podía mencionar, pero al terminar la reseña encontré otra mucho más interesante, relacionada con Charles Simonyi.

Charles Simonyi es un multimillonario norteamericano de origen húngaro; la mayor parte de su carrera profesional (y de su fortuna) la hizo en Microsoft, en donde fue responsable del desarrollo de productos tan conocidos como Word y Excel. Simonyi ha realizado una importante actividad filantrópica en la que se destaca el establecimiento, en 1995, en la Universidad de Oxford, de la Cátedra Simonyi para la comprensión pública de la ciencia, cuyo propósito es “divulgar la ciencia sin que, al hacerlo, se pierdan aquellos elementos de erudición que constituyen la esencia de la verdadera comprensión”.

Simonyi también se ha distinguido por ser el único turista espacial que ha repetido, la primera vez en abril de 2007 y la segunda, en marzo de 2009, para un total de 27 días en la Estación Espacial Internacional.

Richard Dawkins, autor de El cuento del antepasado, ocupó la cátedra establecida por Simonyi desde su creación, en 1995, hasta 2008, cuando se retiró. Marcus du Sautoy, autor de La música de los números primos, remplazó a Dawkins y es el actual ocupante de la cátedra.

El cuento del antepasado, tiene que ver con la biología, más específicamente, con la teoría de la evolución por selección natural de Charles Darwin. Dos conmemoraciones importantes que tienen lugar este año están relacionadas con este tema: los 200 años del nacimiento de Darwin y los 150 años de la publicación de El origen de las especies, su obra maestra.

Los trabajos en genética que han tenido amplia divulgación al conocerse los resultados de la investigación sobre el genoma humano, han ayudado a comprender mejor los mecanismos responsables de la evolución. Las posibilidades que abren estas investigaciones pueden producir una revolución en medicina y esto contribuye a despertar el interés del público. El cuento del antepasado puede ser apropiado para familiarizarnos con las ideas de la evolución, participando en una peregrinación hacia el pasado y escuchando lo que nos pueden contar las especies que se nos van uniendo, a medida que alcanzamos las fechas cuando se separaron del tronco que dio origen a los humanos.

La música de los números primos, tiene como tema una hipótesis formulada por el matemático alemán Bernhard Riemann en 1859, que trata sobre los números primos; este es un tema de la teoría de números, una de las áreas más difíciles de las matemáticas puras, de la que el matemático inglés del siglo pasado G. H. Hardy decía, con mucho orgullo, que no tenía ninguna aplicación práctica.

En el Congreso Internacional de Matemáticas celebrado en París en mayo de 1900, el matemático alemán David Hilbert dictó una conferencia que fue un hito en la historia de las matemáticas; en vez de exponer sobre alguno de los resultados de sus numerosas investigaciones, propuso 23 problemas no resueltos como desafío a la comunidad matemática durante el siglo que se iniciaba; la hipótesis de Riemann era el octavo de esos problemas (y el favorito de Hilbert). Al terminar el siglo XX, tal hipótesis era el único de los problemas planteados por Hilbert que no había sido resuelto o aclarado mediante investigaciones más profundas sobre el tema.

El 24 de mayo de 2000, para conmemorar el centésimo aniversario del desafío de Hilbert, numerosos matemáticos y miembros de la prensa se reunieron en el Collège de France, en París, para asistir al anuncio de un nuevo juego de siete problemas planteados como desafío a la comunidad matemática en el nuevo milenio. Los problemas fueron propuestos por un grupo seleccionado entre los principales matemáticos del mundo y cuentan con el patrocinio del Instituto Clay de Matemáticas, el cual ha establecido un premio de un millón de dólares para cada uno de los problemas que se resuelva.

El único de los siete problemas que no es nuevo es la hipótesis de Riemann, la cual es considerada desde hace más de 100 años como el problema más importante, pendiente de solución en matemáticas, y en 2009 se conmemoran los 150 años de su planteamiento.