Oriundo de Los Palmitos (Sucre), el pueblo que lo vio crecer y donde se gestaron sus sueños de estudiar y superarse profesionalmente, como la mayoría de los jóvenes de provincia, Robinson tuvo que buscar alternativas de educación universitaria en ciudades principales y encontró en la ´Puerta de Oro de Colombia´, Barranquilla, la posibilidad de estudiar Licenciatura en Matemáticas en la Universidad del Atlántico.
Se considera una persona de fe, creyente en Dios y agradecida con el DANE por ser la Entidad que lo acogió hace más de tres décadas, donde ha crecido como profesional y logrado consolidar una hermosa familia compuesta por su esposa Sídney Álvarez y sus hijos Rodolfo Andrés y Laura Marcela, ambos administradores de empresas y quiénes son su motor de vida.
Entre sonrisas, Robinson recuerda con emoción su primer día de trabajo en el DANE en el año de 1.981, al ingresar como contratista para el proyecto de Recuento de Vivienda en Barranquilla en ese entonces; “como no conocía mucho a la ciudad y tampoco tenía manejo cartográfico, me perdí en la zona que me habían asignado y me tocó buscar a un amigo para que me acompañara, me ubicara e indicara las direcciones y el manejo del plano cartográfico”, dijo.
Dentro de los recuerdos emotivos de su larga trayectoria en el DANE, Robinson relata que en 1.993, luego de una reestructuración que tuvo la Entidad, contó con la fortuna de ser uno de los trece funcionarios designados para trabajar en la Dirección Territorial Norte en aquella época y que además tuvo el agrado de recibir un cargo como profesional universitario; noticia que esperó durante varios años, ya que desde mucho antes contaba con su título de profesional. En mayo de 2008, fue encargado de la Dirección Territorial en reemplazo del entonces director Ezequiel Quiroz, cargo en el que se desempeñó durante tres años y medio; “fue algo que me sorprendió y me emocionó”, afirmó.
Su reciente reconocimiento, le fue otorgado durante la Semana del Servidor Público DANE. Para él, trabajar en la Entidad significa una alegría enorme y asegura que más que un premio para él, este título va dirigido a todos sus compañeros a nivel nacional, ya que son ellos también, quienes con su esfuerzo, compromiso, responsabilidad y honestidad contribuyen para que el DANE logre sus metas y continúe siendo una Entidad reconocida a nivel nacional e internacional.
“Vale la pena ejercer valores como el compromiso, la responsabilidad y la honestidad; ser humilde, independiente del rol que desempeñemos en la vida laboral o profesional y creer en Dios por sobre todas las cosas. Son factores predominantes para dejar un mundo mejor a las futuras generaciones”, manifestó.
El DANE rinde homenaje a todos sus servidores, exaltando su labor y continuo aporte en la construcción de una Entidad líder, moderna e innovadora.
